Un patrón de alimentación equilibrado incide de manera directa sobre nuestra salud. Nos ayuda a mantener un buen estado de la piel, de nuestras mucosas, de nuestras uñas así como de nuestra melena.

A diario perdemos entre 50-100 cabellos. Teniendo en cuenta que nuestro cuero cabelludo está compuesto por alrededor de 100 000, esta cantidad que perdemos cada día no debe representar un problema para nuestra densidad capilar. Sin embargo, hay determinados factores que pueden vinculares a una merma en el grosor de nuestro cabello. Entre ellos destacan:

Envejecimiento. Con la edad disminuye el grosor y la velocidad de crecimiento del pelo
Causas genéticas. La causa más común de pérdida de cabello es una condición hereditaria llamada calvicie de patrón masculino o calvicie de patrón femenino . En personas genéticamente susceptibles , ciertas hormonas sexuales provocan un patrón de pérdida de cabello permanente. Es más común en los hombres , este tipo de pérdida de cabello puede comenzar tan pronto como la pubertad.
Causas hormonales. Los cambios hormonales y desequilibrios también pueden causar pérdida temporal del cabello . Esto podría ser debido al embarazo , el parto , la suspensión de las píldoras anticonceptivas o la aparición de la menopausia .
Alteraciones de la glándula tiroides. La glándula tiroides ayuda a regular los niveles de hormonas en su cuerpo. Si la glándula no funciona correctamente , puede dar lugar a la pérdida del cabello .
Algunos transtornos de la piel. El liquen plano y algunos tipos de lupus, pueden resultar en la pérdida permanente del cabello, donde se producen las cicatrices.
Medicamentos. La pérdida de cabello puede ser causada por los medicamentos utilizados para tratar:cáncer, artritis, depresión, problemas del corazón o hipertensión.
Situaciones de estrés
Ciertos peinados. Las trenzas o moños muy tirantes también están vinculados a la pérdida de cabello por tracción.
Factores alimentarios. A menudo una de las causas de la debilidad y caída del pelo es un incorrecto aporte nutricional. A continuación desarrollaremos en más profundidad esta correlación entre la dieta y la caída de cabello.

Factores alimentarios vinculados a la pérdida de cabello

Una malnutrición proteico-energética parece tener una vinculación directa con la caída del cabello. Sin embargo, este déficit es poco probable en nuestro país salvo en situaciones muy concretas (por ejemplo en los trastornos de conducta alimentaria)

Por otra parte, sí son más frecuentes los déficits nutricionales derivados del seguimiento de una dieta de adelgazamiento inadecuada. Las dietas milagro ( el Ministerio de Sanidad nos alerta en este enlace) pueden tener negativas consecuencias a corto, medio y largo plazo. Entre las nefastas consecuencias derivadas de una ingesta calórica insuficiente podremos encontrarnos la caída del cabello.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) señala los siguientes micronutrientes como protagonistas de un adecuado mantenimiento del cabello: biotina, cobre, selenio y zinc. Esta institución también señala que no hay evidencia de que estos nutrientes sean deficitarios entre la población de la Unión Europea

Aunque la deficiencia de hierro ha sido asociada en múltiples casos con la pérdida de cabello, en este estudio del 2010 no se encontró ninguna diferencia en las tasas de deficiencia de hierro o anemia entre las mujeres con pérdida de cabello y el grupo control . Es posible que la deficiencia de hierro juega un papel en la pérdida de cabello para algunas mujeres , pero es poco probable que sea una causa primaria en la mayoría de los casos .

La EFSA también recalca la falta de evidencia para vincular la ingesta de hierro con la salud capilar. Además, tampoco encuentra una relación entre la caída del cabello y los nutrientes: beta-carotenos, aminoácidos L-cisteína y L-metionina, isoflavonas de soja o vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B12 o E.

Muchos de los nutrientes citados anteriormente se encuentran presentes en suplementos comercializados para prevenir la caída del cabello, pero es importante recordar que tomar suplementos sin indicación médica no sólo es innecesario sino que además, puede generar efectos secundarios indeseables. Por ejemplo, un consumo elevado de vitamina E (por ejemplo, 600 UI por día durante un mes) puede afectar negativamente el crecimiento del cabello

Podremos mantener una adecuada salud capilar si seguimos los siguientes consejos:

Huye de los alimentos superfluos (bollería, refrescos azucarados, golosinas, patatas fritas…)
Aboga por una plant-based diet
Adapta tus raciones a tu gasto energético
Evita las dietas de adelgazamiento con reclamos del tipo: “ adelgazarás de manera rápida y efectiva” y acude a un profesional de la Dietética y Nutrición.