1. DESENGÁÑATE: ¡NO ENGORDAN!
Su alto valor calórico ha generado que muchas personas dejen de consumirlos por el miedo a que engorden. Sin embargo, nada más lejos de la realidad; Varios estudios no sólo han desmentido esta idea sino que, además, han correlacionado su consumo habitual con un adecuado mantenimiento del índice de masa corporal.
Como ejemplos podemos mencionar:
- Este estudio que concluye que la ingesta habitual de frutos secos se relaciona con menores tasas de obesidad.
- Este otro también lo corrobora.
- Paralelamente el documento de consenso de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) también lo verifica: “La adición de frutos secos a la dieta habitual no se asocia al aumento de peso corporal (nivel de evidencia 2+)”
2. AYUDAN A PREVENIR EL SOBREPESO-OBESIDAD
¿Cómo es posible que sea un alimento muy calórico pero no sólo no aumente el peso corporal sino que además disminuyan el riesgo de aumentar la ganancia ponderal ? Todo parece señalar a un elemento de su composición, la fibra, ya que:
- Aporta saciedad. Debido a ello su consumo podría desplazar al de otros alimentos superfluos altamente procesados y más calóricos. Esto haría que el cómputo total de calorías se asocie con una menor ingesta calórica
- Disminuye entre un 10-20% la capacidad de absorción de la grasa
- Contribuye a que el proceso de digestión sea más lento y requiera de más energía para poder digerir dichos alimentos.
3. SON BENEFICIOSOS PARA LA SALUD CARDIOVASCULAR
Un puñado de frutos secos al día ayudaría a prevenir el riesgo de enfermedad cardiovascular ya que disminuyen en un 10% el colesterol malo o LDL y los triglicéridos y mantienen el colesterol HDL o bueno, tal y como se refleja en el estudio PREDIMED.
Es necesario señalar que se recomienda el consumo de frutos secos tostados o al natural, con objeto de disminuir al máximo el consumo de sal. Recordemos que hoy en día el exceso de sal de nuestra alimentación no proviene principalmente de nuestros saleros sino de su contenido en los alimentos procesados.
4. DISMINUYEN EL RIESGO DE DIABETES II Y ENFERMEDAD METABÓLICA
Su alto contenido en fibra también ayuda a controlar la glucosa en sangre previniendo el desarrollo de la temida diabetes tipo 2. En este estudio se evaluó el efecto del consumo de frutos secos en una población mediterránea de alto riesgo 
cardiovascular ( compuesta por 7 210 hombres y mujeres) La conclusión fue que el consumo de frutos secos de manera habitual se relacionaba con un menor riesgo de síndrome metabólico y diabetes, así como con menores tasas de obesidad
5. SU CONSUMO REGULAR PROLONGA LA VIDA
Consumir frutos secos regularmente no sólo nos está protegiendo de múltiples enfermedades como: enfermedades del corazón, enfermedades inflamatorias, obesidad abdominal, diabetes tipo 2, cáncer de colon o cálculos biliares. Además, según este estudio disminuye el riesgo de mortalidad. Concretamente un 20% menos
¿A qué se asocian semejantes propiedades? Parece ser que todo apunta a la riqueza nutricional de dichos alimentos: la fibra, grasas insaturadas, sus proteínas vegetales de alta calidad, sus vitaminas (folato, niacina o vitamina E), sus minerales (potasio, calcio y magnesio) o su contenido en sustancias fitoquímicas (carotenoides, flavonoides y fitoesteroles)